La pequeña Cherry salió corriendo a lavarse, pero yo me quedé para "ayudar". Luna resultó ser una pervertida. Se quedó conmigo otras dos horas, mientras Cereza rebuscaba en mi correo, me quitaba la camisa a patadas y me acariciaba la polla. Finalmente, Pequeña Cereza me hizo rodar sobre mi estómago. Desnuda, con las tetas abiertas, la Pequeña Cereza se metió un pezón en la boca y se lo chupó, mientras yo le acariciaba el culo y le metía la polla en su coño afeitado. Todavía era virgen, pero esta vez lo compensé. Intercambiamos besos, y la pequeña Cherry se aseguró de que me jodieran bien. Vine cuatro veces en el tiempo que le llevó a ella poner su lengua alrededor de mi polla y deslizarla dentro y fuera de su coño. Mientras tenía el orgasmo, la Pequeña Cereza giró la cabeza para que su boca colgara sobre mi polla. Mientras su boca estaba abierta, pude ver que la Pequeña Cereza trataba de mantenerse ocupada chupando, chupando, chupando mientras mi polla dura se hundía lentamente en su coño caliente, húmedo y apretado. Después de diez minutos, la Pequeña Cereza se detuvo. Todavía estaba en mi regazo, pero la Pequeña Cereza no trabajaba tanto. Empecé a trabajar muy alto, pero la Pequeña Cereza echó la cabeza hacia atrás para tragarse un pezón. La Pequeña Cereza se llevó mi polla a su boca otra vez. Después de un minuto más o menos, la Pequeña Cereza se dio vuelta y deslizó sus caderas hacia abajo para recostarse sobre mí...