Hrystina chupó fuerte y se tiró sobre él mientras su coño brotaba en respuesta y él sintió su calor contra su eje, lo frotó de arriba a abajo en su raja con una floritura de su lengua y se sorprendió al ver que la hacía gimotear. Después de unos momentos Hrystina empezó a gemir de nuevo, esta vez le rogó que siguiera cogiendo con ella. "Ohh, sí. Fóllame, inclíname y fóllame. Golpéame y fóllame, ah, oh joder, ven a mí. "Le sujetó el pelo con una mano y sacudió la cabeza mientras ella venía una y otra vez, sus gemidos se hicieron más rápidos y más intensos a medida que llegaba al clímax, entonces Hrystina empezó a correrse encima de ella. Él la empujó con fuerza, pero su carga no la llenó completamente, en cambio, todavía tenía suficiente en sus bolas para cubrir sus dos pezones. La soltó y vio como Hrystina se limpiaba con los dedos, luego se giró y le sonrió, disfrutando del resplandor de su orgasmo. "Me has dado bien, muchachote", susurró Hrystina, con la boca un poco húmeda. Se arrastró por su cuerpo para darle un beso, y luego Hrystina se dio vuelta y le dijo: "Duerme bien, Jack...".